2 de enero de 2013

Bernard Moitessier


Por 5 meses solo en el océano, un hombre ha luchado con una multiplicidad problemas técnicos, ha mostrado su resistencia física, corrido riesgos que podrían no haber sido previstos, pero por sobre todo ha visto su propia verdad, ha silenciado los sonidos del mundo y hablado con las olas, con la espuma voladora, con los jirones de nubes, con los albatros y los petreles.
Él ha vivido en los Rugientes Cuarentas, no como un extranjero sino profundo en la belleza del océano del cuál dice:
        
                 "Siempre conservaré la memoria de estas olas gigantes, del increíblemente bello mar"

Bernard Moitessier




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